Quizás
enfriado por sus últimas experiencias desgraciadas en el Dakar, entre
las cuales un molesto abandono el año pasado en las 4ª etapa por un
palier de rueda mal ajustado, Robby Gordon aborda el Dakar 2011 con
mucha más humildad que en el pasado. Tercero en el Dakar 2009, sabe
perfectamente que no puede permitirse un solo error o un incidente
mecánico. Sin embargo el objetivo sigue siendo el mismo: ganar el Dakar
al volante de su Hummer H3. Para esto, el truculento corredor
norteamericano confiesa que primeramente necesitará pasar la primera
semana sin obstáculos antes de atacar.